Me tiño la nariz con almíbar y barniz.
Recorto, ligero, mis plumas más añejas.
Guardo el sol en el ropero, con el resto de mis celos.
Y después de quince intentos me acostumbro a no bostezar.
Tengo la bolsita lista, con sus caras, con sus risas.
Remedio para la ignorancia, el sueño y la humedad.
Ojalá que el tiempo ande bueno y que si llueve podamos nadar.
El deseo más grande que anhelo es andar con ustedes un año más.
viernes, 24 de diciembre de 2010
viernes, 10 de diciembre de 2010
Siempre Diciembre.
Diciembre
Con un sombrero en la mano y un nuevo clavo en la pared.
Mientras sueño con un jardín que amenaza con ser perfecto,
me perfumo para el fuego, el sol, el agua y volver a la ruta otra vez.
Diciembre.
Para buscar luz en mi silencio e inocencia en mi voz.
Yo, más erguido que en otros meses, más predispuesto a idealizar.
Diciembre.
Que atiende con delicadeza toda mi corteza.
Pero mantiene una distancia insufrible con el riesgo de descansar.
Diciembre.
Fugaz, rápido, ligero, momentáneo.
Fluye.
Diciembre.
Vuelven gritando, excéntricas, las musas de siempre.
Y con ellas repaso lo que alguna vez sentí, fumo y tomo vino.
Diciembre.
Ojalá me conozcas en estos días.
O yo te vaya a buscar.
Diciembre.
Fiero capricho del año.
Con un sombrero en la mano y un nuevo clavo en la pared.
Mientras sueño con un jardín que amenaza con ser perfecto,
me perfumo para el fuego, el sol, el agua y volver a la ruta otra vez.
Diciembre.
Para buscar luz en mi silencio e inocencia en mi voz.
Yo, más erguido que en otros meses, más predispuesto a idealizar.
Diciembre.
Que atiende con delicadeza toda mi corteza.
Pero mantiene una distancia insufrible con el riesgo de descansar.
Diciembre.
Fugaz, rápido, ligero, momentáneo.
Fluye.
Diciembre.
Vuelven gritando, excéntricas, las musas de siempre.
Y con ellas repaso lo que alguna vez sentí, fumo y tomo vino.
Diciembre.
Ojalá me conozcas en estos días.
O yo te vaya a buscar.
Diciembre.
Fiero capricho del año.
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