No ha querido pretender, verse ni serse fiel:
“la luna es una, me importa un pedo”
Valla y corrija esos modales, culón entusiasta.
Tiene moho en los zapatos usted, el peor anfitrión.
Se da un buen baño y se vuelve a acostar.
Siete millones de aplausos y ninguno con amor.
El rosa no es promiscuo,
usted no sabe leer.
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