Cielo indiscutiblemente nublado.
Vientos superiores a los veinticuatro kilómetros por hora.
Se va a terminar de hacer de noche (la gente descorazonada y ridícula le dice oscurecer) a las seis y treinta y tres pe eme.
Un poco de irritabilidad, por el sueño quizás.
Con algún insulto nos sacamos de encima las ganas de dar fin a alguna vida que habite esta tierra.
Una pizca de mala suerte, una baldosa floja y usted puede estar seguro que este fue el día más feo (estética e históricamente) del año.
Léase que el autor de esta declaración fue poseído por un espíritu de antaño, ambicioso y descerebrado que transita por la Avenida Callao en el horario de la siesta. ¡Cuidado!
muy bue, clave la aclaracion, me hace acordar a Dolina. Abrazo Magnus!
ResponderEliminarYo te cruzo -casi- todos los días por Avenida Callao en el horario de la siesta. Espero no ser ese espíritu de antaño, ambicioso y descerebrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizás lo seas coreano,solo quizás.
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