Powered By Blogger

viernes, 13 de agosto de 2010

Sancocho.

Tendría que ser ilegal enamorarse. O por lo menos una acción asistida, evaluada y conciente.
Si lo lógico, las leyes, los estatutos, los códigos, las legislaciones fueron creadas para protegernos a nosotros mismos (de los demás y de nosotros mismos) ¿Qué nos protege o ampara de la hipotética frustración desencadena por sucesivos encuentros infelices, reales o ficticios, procedentes de experiencias, accidentales o intencionadas, que hayan permitido la libre interpretación de un estado de satisfacción como un axioma especificado y (aparentemente) conocido como amor? Al que jamás ninguna ciencia, doctrina, escuela, disciplina, academia ni cualquier orden u organización que haya contemplado el estudio y/o/u la observación de hechos y acontecimientos ha podido analizar, mucho menos razonar.
¿Es universal introducirse en un mundo anónimo a la ciencia y el razonamiento? ¿O es el mero deseo de la aventura por aventura misma, íntima al genoma humano que busca participar, definir y sentir lo que hace?
¿Puede haber algo más que la intención enceguecida de buscar la calamidad y el masoquismo, suponiendo los intervalos de este como las expresiones de amor?
¿Existen otras razones para la búsqueda de alcanzar, definir, sentir, juzgar, tocar, vivir, probar el amor?
¿Existen otros entes que nos provoquen el deseo de amar más allá del miedo a la soledad o la atracción física?

Nubes con forma.
Alguna canción.
Ver atardecer.
Los perfumes.
Un invierno.
La caricia.
Cada beso.
Un color.
Árboles.
Reírse.
Un fa.
Dios.
Vos.
Yo.

2 comentarios:

  1. muy bueno este locura! muy bueno!

    ResponderEliminar
  2. ¿Existen otros entes que nos provoquen el deseo de amar más allá del miedo a la soledad o la atracción física?
    increiiiible

    ResponderEliminar