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lunes, 26 de septiembre de 2011

Delta sol.

Me sale un sol que me refleja.

Desobedecer a estos pobres tristes.
Sigo a una mosca.
Me enseñaron a bailar.
Que picardía.
Vendremos cantando.

Solo el hombre puede atribuirse como triunfos la razón y la libertad.

Quisiera ver crecer algo.

Ni una almohada más.

Sentarme en una escalera.

Es fácil.


lunes, 5 de septiembre de 2011

Poema que me contó una mosca.

Lluvia de sol para ti, Orejón.

No ha querido pretender, verse ni serse fiel:

“la luna es una, me importa un pedo”


Valla y corrija esos modales, culón entusiasta.

Tiene moho en los zapatos usted, el peor anfitrión.

Se da un buen baño y se vuelve a acostar.


Siete millones de aplausos y ninguno con amor.

El rosa no es promiscuo,

usted no sabe leer.

domingo, 31 de julio de 2011

Silvio Silvante.

En la misma oscuridad que escondiste tus problemas
ahora todos se pelean por armarse de valor.
"Suelo ser un poco corto, enanito y mentiroso
cuando se me ven la cara, la nariz o los ojos".

Trajiste tu colchón, puede ser brava la noche para vos.
Nos veamos o no, te advierto: no me cae bien la sangre.
Motivate con lo que quieras pero lejos de este lugar.

"Y un garronero como usted que anda siempre hasta los pelos".

Vamos a suponer que no es nada serio, un loco que busca joder.

viernes, 1 de julio de 2011

Ayres I.

Un loco en silla de ruedas avanza a toda velocidad, en contramano, por la calle Corrientes. Justo antes de llegar a la esquina, salta dejando la silla de ruedas chocar contra un colectivo parado, y, antes de tocar el piso, gira sobre si mismo en un ángulo de doscientos veinte grados y explota. Llueven pétalos de magnolias color naranja y un dálmata pelirrojo se lleva entre los dientes lo que quedó del loco: una boina a cuadros.

martes, 21 de junio de 2011

Poema en re mayor.

Bienvenida trenza amiga.

La recibo, sentado, en un momento obtuso y libertino de mi vida, en el que no entra un rayo de luz a mi cuarto y las flores que chorrean de los balcones me aplauden al verme madrugar.


Hoy me abrigo solo con lana, té y una rumbita desprejuiciada que no dudaré en compartir o regalar si así lo quiere.


Espero que esos ojos tan lejanos encuentren en mí andar un refugio. Que de esa risa ahumada brote un beso acolchonado y me enseñe a (querer) escuchar.


Que mimos serán mejor que tormentas y quemaduras.

sábado, 18 de junio de 2011

Poema que encontré entre las sábanas.

“Te regalo este tiempo, luna,

que transita sordomudo y eléctrico.

Te ruego que no busques, vida,

más allá de mi canción.


Mis manos pongo, corazón,

enteras a tu disposición.

Abrazame, cielo,

que yo duermo en tus rodillas un rato más.”

viernes, 27 de mayo de 2011

Para dormir.

Instante que a vos te place y a mi me llena de agujeros.
Hueco que vos llen
ás gritando y yo adorno con pavadas.

Somos dos gotas limpias con todo lo que eso implica.

Vos llovés floreciendo, yo lloro riendo.


Necio será el tiempo estancado entre nuestros rulos que no hacen más que dormir y cantar.

Y yo me sentaré en la borla de tu gorro atlántico que es el único refugio a este invierno.

Vos no esperás para encontrarme.

Yo no me animo ni a mi.

viernes, 13 de mayo de 2011

La ele.


La L era por little no por large. Por eso sus pantalones lo hacían ver como un zombi.
Cada cabeza que se desprendía de su hombro era, a su vez, mas ínfima e intolerante que la anterior. Lo cual no lo situaba en el lugar mas deseado al momento de relacionarse con el mundo que lo rodeaba (y que él odiaba).
Unos pocos locos sentimientos acerca de la iluminación y la profundidad de los secretos, sobre lenguas y sombras ajenas.
Vicio más mala suerte, más ansiedad, igual a sus probabilidades de amar. No era necesario recorrer todos los sucesos de su vida, paso por paso, para pronosticar su futuro.



Acuéstese lentamente sobre alguna superficie rígida. Trate de no pensar en ningún concepto, de no escuchar ni atender a ningún rastro acústico que haya dejado el mundo externo en su pensamiento. Juegue con los colores y las formas hasta que se aburra y se encuentre con nada. Solamente así lo entenderá. De esta manera algunos lo amaron y (hasta sin entenderlo) lo siguieron. Hoy, sentado a mi lado, me mira y se ríe. Pero, por suerte, me acompaña.

lunes, 2 de mayo de 2011

De caminar en puntitas de pie.

Siempre se debe estar sonriendo cuando se camina en puntitas de pie (podemos permitirnos también una expresión de miedo o sospecha que esté, excluyentemente, acompañada de morderse los labios o tensionar los músculos de la masticación).
En toda ocasión, se caminará en puntitas de pie con alguna misión, objetivo, tarea o actividad especifica definida. Está fuera del ideal existente caminar en puntitas de pie sin ninguna razón o por placer (actividad que se restringe a seres fantásticos, puros o viles que no superen los cincuenta centímetros de altura, entre otras características). De más está aclarar y profundizar que esta misión, faena o ejercicio debe mantenerse en secreto, motivo por el cual la naturaleza de esta actividad por si misma es íntima y en la mayoría de los casos prohibida (para el lugar y el momento en el que se desea llevar a cabo).
Se deben estudiar en profundidad (o intentarlo) los diferentes suelos por los que se desea transitar en puntitas de pie. Un amplio jardín puede presentar una pastura acolchonada (ideal para no generar sospecha) o encontrarse empapado por hojas secas (quienes inmediatamente devalarán nuestra posición y pondrán fin a nuestra travesía). El mismo fenómeno de heterogeneidad ocurre con los pisos industriales, maderas viejas, alfombras, cemento alisado, pana, etc.
Pueden presentarse controversiales y diferentes opiniones a la hora de elegir el mejor tempo (ritmo) para realizar la caminata en puntitas de pie. Por un lado se encuentran los defensores acérrimos de la velocidad. Tentando a la suerte, anhelando que ningún imprevisto (evitable si uno camina con sigilo) detenga la marcha o revele nuestra colocación. Por el otro, los que proclaman y practican la paciencia y el cuidado exhaustivo del silencio. Un buen caminante sabrá optar por el nivel de velocidad que deba utilizar para su recorrido, exigido por las demandas y características de la razón in vivo por la cual está caminando en puntitas de pie.
Vale la pena (para no dejar cabos sueltos) comentar que siempre se debe caminar en puntitas de pie cuando la visión se encuentra limitada. No se concibe la acción de trasladarse en puntitas de pie por un espacio iluminado, esto sería completamente ilógico, absurdo, insensato, frívolo y mundano.
Para concluir, es recomendable acarrear, en alguna de las dos manos (si se puede hacer uso de las dos) algún instrumento de valor que puede ser; tanto personal, afectivo y místico; como universal, pragmático y terrenal. Este instrumento acompañará y alimentará nuestra ánima durante la duración de la marcha, algunas veces volviéndola divertida, otras solamente interesante.

sábado, 12 de febrero de 2011

Yo.
¿Yo?¡¡¡¡yo!!!!
Yo, yo y yo.
Yo…

martes, 8 de febrero de 2011

Paceño.

Marcho arrugao, planchao de cara y sin guita.
Vuelvo machao, nos vemo al rato, arribita.
Traigo una presa, arroz blanco y banana frita.
Apáguele la luz, mami, me vua dormir ahorita.

viernes, 4 de febrero de 2011

Bananita de Coroico.

Una bananita de Coroico, con el sol a mitad de camino.
Dos bananitas de Coroico, más ricas que la primera.
Bananitas de Coroico, tesoro de las Yungas, regalo de la Pacha.
Dos bananitas de Coroico, una para ahora, la otra para vos.
Una bananita de Coroico, de postre o de bandera.

Bocha.

Un pueblo a rayas con la costumbre de comerse los pies.
Gente perfectita subiendo y bajando, bajando y subiendo.
Llueven de rabia los árboles, llueven pelos y gotas de macramé.
Malos tiempos para el viento, ya añejo y fastidioso.